Una de las partes que más disfruto de todo el proceso de creación es la búsqueda de inspiración y los primeros pasos para formar todo el universo que va a rodear a la colección. En este caso os hablo de buscando el latido, una colección que habla del movimiento desde el punto de vista anatómico, fisiológico y de expresión corporal, tratando la colección de moda como una coreografía que cuenta una historia: mi historia.
Los primeros pasos fueron seleccionar las etapas, un recorrido por distintas fases de mi vida que han dado forma a mi manera de crear.
La colección nace de cuatro momentos:
1. La infancia | movimiento libre: Espontaneidad e inocencia de la infancia. Esta fase abre la colección desde un punto de vista narrativo, pero también establece la reivindicación del cuerpo libre, del juego como forma de expresión y del movimiento como acto de conexión con uno mismo.
2. La adolescencia | movimiento limitado: Etapa de cambios donde el movimiento empieza a verse restringido y condicionado por nuevas normas, miradas externas y la consciencia de uno mismo. Todo este proceso emocional y psicológico se traduce en líneas más rectas, bloques de color y nuevas siluetas.

3. Cafyd | movimiento estudiado: En este punto el enfoque se vuelve más analítico, racional y técnico, sin tanta importancia de las emociones. La mirada científica me llevó a explorar la anatomía desde un lugar mucho más estructurado, buscando una representación visual mucho más realista y literal.
4. Diseño de moda | movimiento creativo: Estudiar moda me ha permitido habitar el cuerpo desde un lenguaje propio, lleno de matices, intenciones y nuevas posibilidades. Es aquí donde el cuerpo y el diseño se funden en un diálogo constante, donde las prendas ya no son simples vestimentas, sino prolongaciones del gesto, extensiones del lenguaje corporal.

En cada fase encontré formas, texturas y gestos que luego se transformaron en tejidos, volúmenes y colores.
El proceso se convirtió en una danza entre la razón y la emoción, entre el estudio anatómico y la intuición artística.
Los tejidos se manipularon para crear sensación de ritmo y fluidez; los volúmenes se expandieron como una respiración; los colores latieron entre sí como pulsos que dialogan.
El resultado es una colección que cuenta una historia personal, pero que también invita a cada persona a encontrar su propio ritmo.
“Buscando el Latido” no es solo moda: es una coreografía textil que habla de la vida, del cuerpo y del impulso que nos hace seguir moviéndonos.



