Hace unos meses tuve la oportunidad de vivir una experiencia que todavía me cuesta asimilar: Utahia desfiló en París.
Fui seleccionada en un concurso de mi universidad para presentar mi trabajo en la escuela IFA Paris. Poder llevar allí dos looks de mi colección fue algo que nunca olvidaré.
Presentar Buscando el Latido fuera de España fue especial por muchos motivos. Ver las prendas en otro contexto, con otro ritmo, rodeadas de estudiantes y profesionales de diferentes países, me hizo entender el verdadero alcance de este proyecto.
Ver Utahia en París fue algo muy grande — una mezcla de orgullo, emoción y vértigo que todavía sigo procesando.
El desfile fue una muestra de talento internacional, y formar parte de él me dio la oportunidad de compartir la esencia de Utahia: una marca que busca emocionar, cuidar los detalles y celebrar la creatividad en todas sus formas.
Fueron solo dos looks, pero para mí representaban mucho más: el resultado de todo un proceso, de una idea que empezó con un latido y que ahora sigue moviéndose, creciendo y viajando.
Volver de París con esa experiencia me confirmó que Utahia tiene algo que contar, y que ese mensaje puede llegar a cualquier lugar.